Práctica y teoría del planteamiento de la enseñanza
La formación del programa semanal y cotidiano
En las innumerables tareas que debe realizar el maestro se encuentra el dominio de contenidos, lo cual es de suma importancia, pero no todo acaba ahí, porque también habrá de buscar la manera adecuada de presentar los temas a los alumnos. Es decir, preverá los tiempos adecuados para que el alumno alcance aprendizajes significativos. La distribución y organización de los tiempos serán elementos que determinarán el éxito de la clase.
Cabe señalar, que los programas se elaborarán en función de:
· La elección de los temas semanales: consiste en seleccionar lo más importante entre los temas posibles, para la fijación de metas claras para la semana o período de trabajo. Lo cual permita al alumno futuros aprendizajes. Es importante considerar diversas fuentes de información a parte del libro de texto, para enriquecer y que sea de importancia en la clase.
Los temas no deben ser impuestos, sino que deben cubrir las necesidades de los alumnos, para que sean relevantes en su vida y puedan cumplir con su función formadora, despertando el interés.
El interés que el maestro tenga por los temas será importante, ya que en ocasiones evita los contenidos que le desagradan, en estas circunstancias debe ser imparcial y considerar los requerimientos, en primer instancia, del alumno.
· La división de los temas en clases. Los temas han de dividirse en porciones horarias redondeadas, lógica y sicológicamente adecuadas. Siempre viendo la posibilidad de hacer modificaciones.
· La composición de la totalidad del programa semanal y cotidiano. Los temas deben tener un orden significativo, no se deben contraponer unos con otros, sino que han de entretejerse para formar unidades diarias y semanales.
Así mismo, los temas partirán de lo más cercano y próximo al alumno, tomando en cuenta lo más fácil para después dar lugar a lo complejo.
El ritmo semanal y diario debe atender a distintas fases para su verdadera eficacia, las cuales son: abordar, preparar, elaborar, profundizar, consolidar, formalizar, desprender y relajar.
El elegir una semana lectiva implica planear en base a un tema central, el día lectivo da conocer la relación del tema en el día.
No importa que forma de trabajo se elija, lo realmente importante radica en el impacto positivo que tendrá en el alumnado, el cual tendrá la capacidad y habilidad de construir aprendizajes futuros y aplicar los ya obtenidos, lo que significa que el método cumplió son los requerimientos del educando y se basó en sus características y necesidades.
BIBILOGRAFÍA:Libro: ¿Cómo preparar las clases? Práctica y teoría del planeamiento y evaluación de la enseñanza.Tema: “La Formación del programa semanal y cotidiano”Autor: Heinz BachLugar y fecha: Buenos Aires, 1968pp.: 46-62
La formación del programa semanal y cotidiano
En las innumerables tareas que debe realizar el maestro se encuentra el dominio de contenidos, lo cual es de suma importancia, pero no todo acaba ahí, porque también habrá de buscar la manera adecuada de presentar los temas a los alumnos. Es decir, preverá los tiempos adecuados para que el alumno alcance aprendizajes significativos. La distribución y organización de los tiempos serán elementos que determinarán el éxito de la clase.
Cabe señalar, que los programas se elaborarán en función de:
· La elección de los temas semanales: consiste en seleccionar lo más importante entre los temas posibles, para la fijación de metas claras para la semana o período de trabajo. Lo cual permita al alumno futuros aprendizajes. Es importante considerar diversas fuentes de información a parte del libro de texto, para enriquecer y que sea de importancia en la clase.
Los temas no deben ser impuestos, sino que deben cubrir las necesidades de los alumnos, para que sean relevantes en su vida y puedan cumplir con su función formadora, despertando el interés.
El interés que el maestro tenga por los temas será importante, ya que en ocasiones evita los contenidos que le desagradan, en estas circunstancias debe ser imparcial y considerar los requerimientos, en primer instancia, del alumno.
· La división de los temas en clases. Los temas han de dividirse en porciones horarias redondeadas, lógica y sicológicamente adecuadas. Siempre viendo la posibilidad de hacer modificaciones.
· La composición de la totalidad del programa semanal y cotidiano. Los temas deben tener un orden significativo, no se deben contraponer unos con otros, sino que han de entretejerse para formar unidades diarias y semanales.
Así mismo, los temas partirán de lo más cercano y próximo al alumno, tomando en cuenta lo más fácil para después dar lugar a lo complejo.
El ritmo semanal y diario debe atender a distintas fases para su verdadera eficacia, las cuales son: abordar, preparar, elaborar, profundizar, consolidar, formalizar, desprender y relajar.
El elegir una semana lectiva implica planear en base a un tema central, el día lectivo da conocer la relación del tema en el día.
No importa que forma de trabajo se elija, lo realmente importante radica en el impacto positivo que tendrá en el alumnado, el cual tendrá la capacidad y habilidad de construir aprendizajes futuros y aplicar los ya obtenidos, lo que significa que el método cumplió son los requerimientos del educando y se basó en sus características y necesidades.
BIBILOGRAFÍA:Libro: ¿Cómo preparar las clases? Práctica y teoría del planeamiento y evaluación de la enseñanza.Tema: “La Formación del programa semanal y cotidiano”Autor: Heinz BachLugar y fecha: Buenos Aires, 1968pp.: 46-62
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